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Desarrollan paneles fototérmicos más eficientes que los del mercado

Científicos de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y del Conicet desarrollaron nanomateriales fototérmicos que pueden usarse como pinturas en celdas solares e instalarse, por ejemplo, en un termotanque solar -para calentar el agua en viviendas y edificios-, lo que les daría un 30% más de efectividad que los actuales.

Investigadores tucumanos desarrollan nanomateriales fototérmicos que pueden usarse como pinturas en celdas solares e instalarse, por ejemplo, en un termotanque solar para calentar el agua en viviendas y edificios.

La ventaja de este material -basado en nanotubos de carbono huecos- es su diminuto tamaño, algo así como 60.000 veces más fino que un cabello y su eficiencia porque permite conservar un 30% más el calor que los materiales conocidos hasta hoy.

“Los paneles o celdas fototérmicas transforman la energía que les llega del sol directamente en calor. Este calor puede ser utilizado para calentar agua, cocinar o generar electricidad. Nosotros estamos enfocados en la primera aplicación, en el calentamiento de agua doméstica”, precisa a Télam-Confiar el físico Patricio Alastuey, director del Laboratorio de Caracterización de Nanomateriales del Instituto de Física del NOA (Infinoa) de doble dependencia entre el Conicet y la UNT.

Y agrega que “las celdas se suelen comercializar en módulos, es decir, en estructuras pequeñas que se repiten para conformar un dispositivo más grande (un termotanque solar, por ejemplo) que consta de varias celdas solares fototérmicas”.

Alastuey, desarrolla el trabajo bajo la dirección de la doctora Mónica Tirado, secretaria de Ciencia y Técnica de la UNT, y bajo la supervisión del doctor David Comedi (director del Infinoa) y todos integrantes del grupo Nanoproject, que está formado por científicos de la UNT y del Conicet.
Nota extraída de Télam LINK
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Celdas solares híbridas: una alternativa para frenar el cambio climático

Investigadores e investigadoras del CONICET NOA Sur en el Instituto de Física del NOA (INFINOA) desarrollan estos dispositivos a partir de nanomateriales.

Argentina es el tercer país contaminante de gases de efecto invernadero en Latinoamérica, detrás de Brasil y México, según la Agencia de Noticias BBC News. El sector energético contribuye el 52% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero, siendo el más contaminante. Y la matriz energética argentina depende en un 86% de los hidrocarburos, es decir de aquellos compuestos químicos derivados del carbono y del hidrógeno.

El resultado de este proceso condujo a una crisis energética, agravada en la región del NOA por un constante y marcado aumento poblacional (llegando en San Miguel de Tucumán a cerca de 8800 habitantes por km2); así como por la presencia de industrias –ingenios, citrícolas, textiles, papelera y otras–, que contribuyen no sólo a la emisión de gases de efecto invernadero, sino, además -y en especial- a la contaminación de los recursos acuíferos.

Por todo lo antes expuesto es que se busca utilizar de la radiación solar para la producción de energía útil, renovable y limpia, siendo la mayor materia prima de energía renovable, teniendo en cuenta además que en Tucumán hay altos índices de irradiancia solar.

La propuesta: Celdas Solares Híbridas

En el marco de esta necesidad de utilizar energías renovables, el grupo NANOPROJECT, perteneciente al Instituto de física del NOA (INFINOA, CONICET-UNT) investiga la obtención de nuevas Celdas Solares Híbridas (CSH), línea de investigación principal de Nadia Vega, que forma parte de este grupo conjuntamente con los investigadores David Comedi (director), Mónica Tirado (directora) y Oscar Marín.

En primer lugar, es importante definir que las celdas solares son dispositivos optoelectrónicos –aquellos basados en los movimientos de electros a través de un material y su interacción con la luz –, capaces de convertir la energía solar lumínica en energía eléctrica. Asimismo, el proceso de conversión por el cual la energía solar se transforma directamente en electricidad se denomina efecto fotovoltaico, y se da en semiconductores, que son materiales capaces de conducir o aislar la electricidad según estímulos externos.

Existen muchos diseños de celdas fotovoltaicas, y pueden ser divididas en cuatro generaciones, siendo la primera, basada en Silicio cristalino como semiconductor, la más conocida comercialmente, pero que presenta limitaciones principales de alto costo de producción, contaminación ambiental y límites de conversión de energía en altas temperaturas. Debido a esto, existen muchos grupos que en el mundo trabajan en pos de la obtención de nuevos sistemas optoeléctricos que reemplacen estos dispositivos por otros con una mejor relación eficiencia/costo, y que sean más amigables con el medio ambiente, lo cual está dentro de los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) que se propone en el planeta para el 2030.

Los y las especialistas del grupo NanoProject en el INFINOA, comentan que las nuevas generaciones de celdas (las CSH) usan combinaciones de materiales semiconductores orgánicos e inorgánicos económicos, con diferentes energías de absorción y dispuestos en arquitecturas que buscan optimizar la absorción de fotones (cuantos de luz), la eficiencia del efecto fotovoltaico y minimizar el costo de producción. A su vez, existen varios tipos de CSH, siendo las más estudiadas las celdas sensibilizadas por colorante (“DSSC, dye sensitized solar cell”) y las celdas solares orgánicas (“OSC, organic solar cell”). En ellas se emplean nanomateriales, que se obtienen de materiales ya conocidos, pero fabricados con un tamaño muy pequeño, en el orden de los nanómetros – el cual equivale a el grosor de un cabello dividido en 100.000 partes – siendo tan pequeños que propiedades ópticas y eléctricas cambian, y que para ser “observados” se necesita emplear sistemas de última tecnología.

“Actualmente estoy trabajando en el desarrollo y caracterización de celdas solares híbridas, DSSC y OSC, como mi línea principal de investigación. Para ello empleo el Óxido de Zinc como semiconductor inorgánico y estudio los efectos de la nanoestructuración de éste y la modificación de su superficie cuando es empleado como parte de las celdas solares híbridas”, explica Nadia Vega, y destaca: “este tipo de celdas tienen varias ventajas al poder usar materiales livianos, flexibles y de muy bajo costo de fabricación debido a la versatilidad en los métodos de fabricación usados y que cómodamente podemos desarrollar en el INFINOA”.

Aspirando a un futuro ecoamigable

“En este desarrollo de CSH queremos aunar nuestros esfuerzos y trabajos, colaborando con diferentes científicos y científicas de diversas áreas de la ciencia – físicos, químicos, ingenieros, bioquímicos – para encontrar nuevos materiales y combinaciones que nos permitan obtener dispositivos que aprovechen la luz solar y sean conversores de energía de una manera renovable, con materiales de fácil acceso y con técnicas experimentales los más ecos y bio amigables posibles”, expresa Vega y agrega: “en este marco venimos colaborando con el grupo de investigación del doctor Néstor Katz del INQUINOA en lo que refiere a celdas tipo DSSC, en un trabajo colaborativo muy fructífero”. Además, remarca que con este proyecto quieren realizar un aporte al objeto de estudio mundial en esta área de energía renovable, y que consideran esto como un “desafío”. Es decir, y en línea con las palabras del doctor Graetzel – químico inventor de numerosas patentes; entre ellas, la celda solar que lleva su nombre-: “Si queremos aprovechar la energía solar a gran escala, debemos adoptar algunos principios de la naturaleza”.

Nota extraida de la página web del CCT Noa SUR: LINK
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Con nanotecnología, un equipo tucumano creó un sensor de glucosa que no necesita pinchazos

David Comedi, director del Nanoproject, de Ciencias Exactas, cuenta cómo fue el proceso, y qué hace falta para seguir adelante.

David Comedi es físico. Era información básica y conocida antes de la entrevista, pero él resalta que es (sólo) físico un par de veces a lo largo de la conversación. No es un dato menor: para poner a funcionar muchas de las creaciones que su equipo del Nanoproject va logrando, entre otras, sensores de glucosa de avanzada, hacen falta otras patas: las administrativas y legales que generen patentes, las financieras, las comunicacionales…. Él siente que eso muchas veces lo supera, pero no tiene intenciones de bajar los brazos. De paso: el Nanoproject forma parte del Instituto de Física del Noroeste (Infinoa – UNT/Conicet).

Comedi integró la primera oleada de científicos repatriados: volvió a Tucumán en 2006 desde la Universidad de Campinas (Brasil); antes había estado en Canadá. Las cosas en el Conicet estaban mejor que ahora, pero no tanto como lo estuvieron unos años después de su retorno. En 2007 se forjó el Nanoproject, con la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT como sede. En 2016 se logró la fundación del Infinoa y allí él se dedica con pasión a la nanotecnología, o el “arte” de manipular materiales a escalas más que minúsculas: el nanómetro es la millonésima parte del milímetro.

¿Cómo se llega a ellos?

El material que utilizan con más frecuencia es el óxido de zinc (ZnO), pero no te imaginés una gran chapa cortada en pedacitos.

“Podría llegar a ser una manera de obtener el material, pero lo que usamos se produce al revés: uniendo átomos”, explica, y destaca que una nanopartícula está formada por entre 200 y 300 átomos.

La técnica para lograrlo se llama sublimación (transformar un sólido en vapor), y el relato del especialista es tan claro que parece una receta de cocina: “Se usa ZnO en polvo, que se parece al talco pédico. Se mezcla con grafito, que también es un polvo, pero negro; en ambos casos, las partículas son micrométricas”. Estas partículas “grandes” (un micrón es “sólo” la milésima parte de un milímetro) se mezclan y se obtiene un polvo gris. El paso siguiente es calentar una cucharadita en un horno especial.

“El grafito ayuda a romper la molécula ZnO y así se obtienen átomos de Zn gaseoso a una temperatura mucho más baja que si intentáramos sublimar el ZnO puro”, explica Comedi, y avanza con la “receta”: una mezcla de argón y oxígeno ultrapuros en vacío arrastra el vapor hacia un sustrato (casi siempre, silicio con nanopartículas de oro predepositadas sobre la superficie), que es el soporte donde el Zn puro se condensa. En ese proceso de retornar al estado sólido el Zn vuelve a oxidarse y, con la ayuda de las partículas de oro, van formándose los ingredientes de los nanohilos, que serán los protagonistas de los sensores de los que hablábamos más arriba. Se cierra el primer círculo, pero sigamos avanzando despacio, porque el trayecto en espiral es complejo.

La forma de los hilos

Los hilos son una de las formas en las que pueden “engarzarse” las nanopartículas de ZnO. “Son como diminutos cables transmisores que se pueden conectar, y al ser ‘nano’ son casi todos superficie, o sea, están expuestos a entrar en contacto con múltiples partículas que modificarían sus propiedades. Eso puede ser una molestia para muchas aplicaciones en las que hace falta que esa superficie este ‘limpia’ (y se desarrollan técnicas para lograrlo). Pero nosotros la estamos aprovechando”, cuenta.

Es justamente la “molestia” la base para poder construir lo sensores (una de las ramas de las investigaciones del equipo), que Comedi define como dispositivos capaces de detectar pequeñas concentraciones de algo: cuando el nanohilo entra en contacto con ese “algo” (moléculas cuyas características se conocen), se modifica de determinada manera, lo cual se aprovecha para dar cuenta de la presencia de la molécula.

El sensor

Esa propiedad de los nanohilos fue puesta a prueba y se llevó todos los laureles. En trabajo conjunto e interdisciplinario con el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (Insibio – Conicet/UNT), especialmente con la doctora en ingeniería biomédica Rossana Madrid y con el químico Pablo Gallay, becario doctoral que hizo su tesis con este proyecto, y con el apoyo de la Fundación Argentina de Nanotecnología, desarrollaron un dispositivo capaz de detectar glucosa, y es tan sensible que puede encontrarla en la saliva o en las lágrimas.

En sí mismo, el hallazgo es una gran noticia: “se sabe que la calidad de vida de los diabéticos depende de que se midan la glucosa tres veces al día… Los glucómetros (los famosos Accu Check o One Touch) y las tiras reactivas son importadas y son muy caras; pero mucho más caro (y grave) es que la gente no se mida. Por eso el Estado las entrega. Un medidor como el que hemos logrado no sólo haría al país autónomo tecnológicamente (al menos en ese punto) sino que además sería mucho más amable para las personas que viven con diabetes”, resalta Comedi.

Para construir el prototipo del sensor hubo que funcionalizar los hilos (indicarles qué es lo que deben detectar, para decirlo sencillo). “Eso se logra -explica Comedi- bañándolos en una enzima llamada glucosa oxidasa, que es muy selectiva”. La función de la enzima es oxidar la glucosa, y ante eso reaccionan los nanohilos que componen el sensor.

Cuesta transferir

Vale repetir: el hallazgo es una gran noticia en sí misma, pero no alcanza. Las pruebas de laboratorio dan muy buenos resultados, pero para avanzar se necesitan las “otras patas” de las que hablábamos al principio: patentar, escalar, hacer pruebas en humanos, estrechar aún más el margen de error (en la saliva puede haber más “interferencias” que en la sangre)… Para eso hace falta más interdisciplinariedad (especialistas en todos esos temas) y financiamiento.

Sería genial que este invento tucumano pudiera llegar a las personas que viven con diabetes y asegurarles salud con menos pinchazos.

> Aplicaciones
Con nanohilos se hacen celdas solares

Los nanohilos de ZnO tienen un montón de aplicaciones. El equipo de Nanoproject los está aplicando, por ejemplo, para construir celdas solares, que permitan producir energía eléctrica a partir de la energía solar. Y en otras dos líneas de sensores: una de ellas, para medir radiación ultravioleta (UV). Y otra, flamante, para remediación ambiental, en concreto, de agua, a partir de la detección de ciertas materias orgánicas, que se denominan “emergentes”. “Se las llama así porque son el resultado de nuevos hábitos de la sociedad. Un ejemplo típico es el ibuprofeno. Antes no existía en los efluentes, ahora sí, y en forma preocupante”, explica el científico David Comedi.

Nota extraida del diario La Gaceta: LINK
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“Un joven físico tucumano fue contratado por un centro de investigación internacional”

Ezequiel Tosi hará su posdoc en un acelerador de electrones. Su pasión: las superficies de los materiales diminutos. Nanotecnología.

“Los materiales no son homogéneos; no es igual la superficie que lo de adentro. Como nuestro cuerpo. Yo estudio las superficies de los materiales, que son las que están en contacto directo con el mundo, como nuestra piel”, explica el tucumano Ezequiel Tosi, doctor en Física, poco antes de partir a Italia, más concretamente a Trieste. Acaba de ser contratado allí, para hacer su posdoc, por Sincrotrón Elettra, un acelerador de electrones con forma de anillo -explica-, en el que las partículas circulan en una órbita cerrada, y donde él profundizará sus estudios de nanotecnología.

Es que la física experimental es una de sus grandes pasiones desde muy chico. En sus jóvenes 29 años participó de las Olimpíadas en el secundario, empezó la licenciatura en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT y la terminó en el Instituto Balseiro, de Bariloche (IB), donde también estudiaron dos de sus hermanos.

“Hice mi tesis en el laboratorio de Física de Superficies y Colisiones Atómicas bajo la dirección de Oscar Grizzi y Guillermo Zampieri. Estudié la adsorción de azufre y selenio en superficies cristalinas de oro y plata”, cuenta… y rápidamente tiene que explicar: la adsorción es el fenómeno por el cual un sólido o un líquido atrae y retiene en su superficie gases, vapores, líquidos o cuerpos disueltos.

Regreso a casa

En el IB hizo también la maestría, y luego volvió a Tucumán a hacer el doctorado, para el cual eligió el Nanoproject del Infinoa (Instituto de Física del Noroeste Argentino-Conicet), con dirección del conductor del instituto, David Comedi, y codirección de Zampieri. Esto le permitió mantener la colaboración con Bariloche y un ambicioso doctorado, y lo “nano” le venía como anillo al dedo: “lo de las nanoestructuras es genial, si lo pensás un poco. ¡Casi todo en ellas es superficie!”, cuenta. La pasión por lo que hace se le escapa hasta por los poros y aclara, para quienes somos más que legos, que un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro: un cabello humano tiene entre 80.000 y 100.000 nm.

Su tesis se dedicó a estudiar las propiedades de superficies de nanoestructuras semiconductoras, particularmente, nanohilos de óxido de cinc (ZnO). “El ZnO tiene propiedades muy interesantes para desarrollar dispositivos ópticos electrónicos con luz ultravioleta, porque pueden dársele formas diferentes (nanoláminas, nanohilos, nanopartículas…). Así se combinan las propiedades del ZnO y las inherentes a la nanoestructuración de la materia”, explica y

“Y sé que puede sonar muy lejano de lo cotidiano -agrega-, pero la realidad es la opuesta. Uno vive en un mundo de nanotecnología, aunque no lo sepa”.

Realmente, así es la cosa: la nanotecnología lleva utilizándose desde hace décadas y hoy existen miles de aplicaciones: desde aditivos para fortalecer materiales y hacerlos resistentes y livianos (cascos de motociclistas, paragolpes de autos) hasta micropartículas que permiten llevar drogas directamente hasta un tumor.

“Lo que sucede -explica y lo hace muy bien; tiene dotes de maestro- es que las aplicaciones aparecieron mucho antes que las explicaciones. Por ejemplo, la superconductividad, que es la capacidad de ciertos materiales para conducir corriente eléctrica sin resistencia ni pérdida de energía, cuando se someten a temperaturas bajísimas, recién pudo explicarse en 1960, pero había sido descubierta (por el físico neerlandés Heike Kamerlingh) en 1911.

Trabajar con la luz

El Sincrotrón de Trieste es un acelerador de electrones, partículas que componen los átomos con carga eléctrica negativa, y que cumplen una función fundamental en fenómenos como la electricidad, el magnetismo o la conductividad térmica.

“Lo que hace un sincrotrón es hacer girar electrones a alta energía y extraer radiación, que es básicamente luz en diferentes espectros de energía. Y esa luz se usa para hacer experimentos -explica Ezequiel-. El laboratorio se llama SuperESCA (unión de Superficies y ESCA por la sigla en inglés, electron spectroscopy for chemical analysis.

Es una técnica que utiliza la luz que genera el sincrotrón para investigar en profundidad la estructura electrónica y las propiedades de muestras cristalinas, de películas muy delgadas de materiales y nanomateriales. Utiliza rayos X muy potentes para extraer electrones de las muestras y analizar su energía”, agrega. Y -antes de que llegue la fatídica pregunta (y eso, ¿para qué?)- sigue explicando: “si conocemos la energía con la que llega el electrón al detector, y conocemos la energía con la que lo sacamos de la muestra, es posible acceder a información crucial sobre los elementos químicos que componen la superficie de la muestra”.

El porqué del “vuelo”

Ezequiel ya no está en Tucumán y en pocos días más se instalará en Trieste. Esta charla tuvo lugar mientras -a toda velocidad, porque los acontecimientos literalmente se precipitaron- cerraba etapas: terminaba trámites y armaba valijas junto con su esposa, Lucrecia Terán (que es biotecnóloga y también avanzará con sus estudios en Trieste), y pensaba en su partida con una mirada agridulce.

“Siempre había soñado con hacer la experiencia de trabajar y aprender en el exterior. La convocatoria para el puesto de trabajo cerraba pocos días después de que defendí la tesis y todo salió muy bien. No es la realidad de muchos investigadores argentinos la que ‘me manda fuera del país’. Pero sé que el momento para irme no puede ser más oportuno. Y espero de corazón que cuando se termine la experiencia en Italia haya un país al que los científicos podamos volver”, reflexiona, y su mirada se entristece por un rato…

Pero el entusiasmo que le genera el proyecto gana: “Por un lado voy a profundizar el estudio de mi tesis del IB, sobre adsorción y desorción (que es la operación inversa) de elementos sobre superficies cristalinas como oro y plata, para entender no sólo la dinámica de los procesos sino también las energías involucradas. Pero vamos a estudiar también propiedades que resulten interesantes para construir interfaces entre distintos materiales (por ejemplo, de dispositivos electrónicos). O sea, principalmente, voy a tener la gran oportunidad de estudiar procesos superficiales de interacción entre sistemas, con alta resolución en energía y con la posibilidad de estudiar esos procesos en tiempo real. ¿Qué más puedo pedir ahora?”.

> ¿A dónde se va Ezequiel?
Elettra Sincrotrone Trieste es un centro de investigación multidisciplinario
Un sincrotrón es un aparato que acelera las partículas microscópicas, como los electrones, a velocidades dentro de una estructura de corona circular. Cuando realizan este movimiento, los electrones emiten un tipo de luz muy concreta, que se conoce como la luz de sincrotrón, y que permite estudiar la materia a escalas atómicas y moleculares. La luz de sincrotrón permite comprobar la eficacia de medicamentos estudiar objetos que permiten aumentar la memoria de dispositivos electrónicos y muchísimas cosas más. El centro de investigación internacional Sincrotrone Trieste se especializa en la generación de luz sincrotrón de alta calidad y de láser de electrones libres, y sus investigaciones se aplican en materiales y en ciencias de la vida. Los principales activos del centro son dos fuentes de luz avanzadas, el anillo de almacenamiento de electrones Elettra y el láser de electrones libres (FEL) FERMI, que trabajan las 24 horas todos los días suministrando luz del “color” y de la calidad que necesitan más de 30 estaciones experimentales. Estas instalaciones prestan apoyo a investigadores académicos y de la industria para caracterizar la estructura y la función de la materiales, diseñar y nanofabricar nuevas estructuras y dispositivos, y desarrollar nuevos procesos.

Nota extraida del diario La Gaceta: LINK
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“Imposible ser científico si no mantenés la curiosidad del niño”

Desde la UNT, Nadia Vega investiga áreas de punta: nanotecnología y energías renovables. Premio nacional por su tesis doctoral.

“Imposible ser científico si no mantenés la curiosidad, esa que tienen los niños, y que después, lamentablemente, vamos perdiendo al crecer”, reflexiona la doctora Nadia Vega. Es viernes por la tarde, y la charla con LA GACETA transcurre en el ya solitario Laboratorio de Nano-materiales y Propiedades Dieléctricas de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT, donde la investigadora pasó largas horas descifrando las propiedades del óxido de zinc, para aplicarlo a dispositivos electrónicos. Tanto Nadia como sus mentores, los doctores David Comedi, Mónica Tirado (Infinoa) y el doctor Néstor Katz (Inquinoa) saben que ese desarrollo tiene todo el horizonte por delante, en este siglo XXI en el que la electrónica, la información y las energías renovables mueven el mundo.

– Tu tesis doctoral fue premiada por el Instituto Sábato. ¿ Qué se consideró para que te dieran una mención?

– En el trabajo de tesis se estudian nuevos materiales con nuevas e importantes propiedades para su aplicación en dispositivos electrónicos, como un LED y una celda solar.Y es un tema de gran importancia en estos últimos años ya que la comunidad científica mundial está buscando permanentemente nuevos materiales que reemplacen a los ya existentes o que tengan mejores propiedades, y que además contribuyan al desarrollo de las energías renovables. En este camino, el material que se estudió fue el ZnO (óxido de zinc) que es un semiconductor, lo que nos dice que en ciertas condiciones se comporta como un metal y en otras como un aislante. Este material es muy sensible a la luz en el ultravioleta (UV), se lo puede fabricar en dimensiones nanométricas – ¡ lo que significa que se pueden construir sistemas de este material con tamaños que corresponden a la millonésima parte de un milímetro ! . Además es un material no tóxico y biocompatible. Todas estas propiedades constituyeron el eje de mi investigación. Lo que destacaron es que el trabajo es un aporte al conocimiento y desarrollo de un semiconductor y a su versatilidad para ser aplicado en sistemas conversores de energía, que aprovecha la nanotecnología, y que contribuyen a la problemática global de la energía renovable.

– ¿Qué es la nanotecnología? ¿Cuál es su mayor aporte?

– Es una tecnología que trata de estudiar materiales muy pequeños: a un milímetro lo tenés que dividir un millón de veces. Y está en auge porque los dispositivos que existen hoy han llegado a tamaños mínimo. Y hay que seguir reduciendo para que en un mismo dispositivo tengamos más memoria o más capacidad de conversión de energía.

– Tenés 30 años y ya has hecho un largo camino. ¿En cuánto influyen los maestros en caso como el tuyo?

– Yo lo veo al maestro en David Comedi, en Mónica Tirado, en Néstor Katz y en Silvia Pérez, que cuando yo era estudiante fue la que me abrió las puertas de su laboratorio. Todos esos maestros me estimularon a preguntarme siempre por qué está pasando esto, tanto en la química como en la física. Me guiaron cada uno en su rama, con la principial idea de que, como investigadores, lo principal debe ser el cuestionamiento permanente acerca de qué está pasando con nuestro objeto de investigación. La base es no perder la curiosidad. Como los niños, que después la van perdiendo. También están el ejemplo de la persistencia, la constancia, el esfuerzo y la voluntad.

– Cómo vivís el hecho de ser mujer en las “ciencias duras”?

– Eso vale para sumarle al tema de los maestros. Yo fui mamá la dos veces mientras hacia mi doctorado, y siempre encontré ese apoyo. Por supuesto, la distribución del tiempo no es la misma que cuando una es soltera. Pero todos saben que este es un trabajo “de doble personalidad”: ser mamá y después “disfrazarte de investigador. Cuando tenés familia, el proceso es difícil, pero no imposible. Es cierto que hay una cuestión generacional, que estamos luchando por cosas que no sabíamos que eran derechos. O que nos decían que no podíamos..y con Mónica, que también es mamá, decimos que los hijos, cuando nos ven haciendo lo que nos gusta, están felices. Una, como mujer en la ciencia, debe pensar que también puede ser madre. Hay muchas chicas que por la investigación postergan la maternidad, yo sé que es difícil, pero es posible. En mi caso, por suerte, mi esposo me acompaña; somos muy pares.

– ¿Cómo la ves a la ciencia en la Argentina?

– Este año nos dimos cuenta del mal momento que están pasando tanto la Universidad como el Conicet. Yo finalicé tanto mi carrera de grado como el doctorado con becas nacionales y del Conicet. Sin ese impulso yo no podría haber terminado a tiempo y haber logrado lo que estamos logrando. El gobierno debe entender la importancia de conciliar la educación con la universidad pública, por el aporte que le dan a la comunidad.

– ¿Han tentado a empresas privadas para trabajar juntos?

– En el resto del país hay mucho trabajo para investigadores de las universidades nacionales. Pero en Tucumán es muy difícil. En el año 2015 se hicieron jornadas sobre las “nanopymes”. Se trataba de juntar a empresas locales con investigadores locales. Yo viajé a Oxford para la capacitación en nanometales y nanociencias.Pero no hubo mucha participación del sector privado.

– ¿Qué tienen los investigadores tucumanos para ofrecerle a la parte privada?

– Somos el centro de las universidades del Norte argentino. En las ingenierías se hace mucha investigación. Lo que podemos ofrecer es el know how en tecnología. Muchos de los egresados de la UNT se van a Bariloche o al exterior, indicio del nivel que nos da la UNT. Quizás nos falta tecnología; pero estaría bueno poder retener ese potencial.

– Con el doctor Katz están trabajando en la fabricación de celdas solares con nanoestructuras. ¿ Están empezando a producir?

– Estamos haciendo ciencia básica para futuras aplicaciones. Tenemos los conceptos, las herramientas; armamos un prototipo y probamos tanto la eficiencia como las características de estas celdas. Una vez probado, la idea es proponer a potenciales interesados. Es lo que hace Silicon Valley, arman prototipos y salen a buscar interesados.

-¿ Qué diferencias hay entre las celdas ya en el mercado y las que están desarrolado ustedes?

– Las que están en el mercado son de silicio, con procesos intermedios de fabricación muy tóxicos. Lo que aportamos son nuevos materiales, biocompatibles, más amigables con el medioambiente, que absorban más la luz.

› Nadia Celeste Vega
Tiene 30 años. Licenciada en Física (Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la UNT). Allí ejerce la docencia y la investigación. Becaria posdoctoral de Conicet. Doctora en Ciencias Exactas e Ingeniería. Su tesis doctoral obtuvo la primera mención en esa categoría que otorga el Instituto Jorge Sábato.

Nota extraida del diario La Gaceta: LINK

La mirada de científicos locales y de un docente sobre los aportes a la ciencia que realizó el extraordinario físico, cosmólogo y divulgador 
La muerte de Stephen Hawking repercutió en todas los rincones del planeta. Su rostro es conocido desde hace décadas en el mundo entero debido no sólo a sus grandes aportes científicos y a su enorme espíritu divulgador, sino también a sus esfuerzos por sobreponerse a una terrible enfermedad degenerativa, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

Ante el fuerte impacto que causó la pérdida de Hawking -especialmente en el mundo de las ciencias- UNT Noticias consultó a científicos locales para entender sus aportes en el campo de la física. Para David Comedi, director del Instituto de Física del Noroeste Argentino (INFINOA) e investigador principal del Conicet, su mayor legado es la predicción de la radiación de los agujeros negros, conocida como Radiación Hawking. “Si bien esta teoría aún no ha sido confirmada experimentalmente (por limitaciones técnicas que podrían ser superadas en un futuro), es fruto de un admirable trabajo de unificación de la mecánica cuántica con la Teoría de la Relatividad y ha dado un enorme impulso a la cosmología moderna”.

Comedi sostuvo que otro gran avance de Hawking fue demostrar que los agujeros negros no se “tragan” toda la materia y energía como se creía; sino que también pueden irradiar hacia afuera e incluso llegar a perder masa, achicarse y hasta desaparecer.

El director del INFINOA resaltó la preocupación social de Hawking que lo llevó a alertar acerca de los peligros del comportamiento humano. “Opinó públicamente, por ejemplo, en contra de la guerra y la opresión militar, participó en protestas contra la ocupación de Vietnam y de Palestina y luchó por los derechos humanos de poblaciones relegadas”.

Comedi afirmó que desde el siglo XIX hasta hoy uno de los motores para el avance científico fueron los intentos por encontrar nexos que unifiquen teorías que aparentemente se aplicaban a situaciones diferentes. Aseguró que esos motivos impulsaron a Newton, a Maxwell, a Einstein y también a Hawking y que permitieron grandes descubrimientos. Recordó que la pregunta que dejó abierta el físico contemporáneo es “si se puede unificar todo en una única teoría que lo abarque todo” y advirtió que sus seguidores intentarán encontrar esa respuesta.

La doctora en Física, investigadora del Conicet y docente de la UNT Mónica Tirado subrayó que para ella la contribución más importante de Hawking fue su teorema matemático que explica la teoría del Big Bang, en tiempos en que no era común apoyar esa teoría. “También destaco sus aportes acerca de que la materia no está dispersa aleatoriamente, sino que está acumulada en galaxias y que los agujeros negros tienen temperatura y que se puedan evaporar hasta desaparecer”, precisó.

“Fue un norte para los chicos”

El profesor de Física Gastón Tannuré, que enseña en el nivel medio y también en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT, afirmó que hablar de Hawking en el aula le permite mostrar a los alumnos que un personaje contemporáneo como él fue capaz de mover los cimientos y la estructura de la física. “Con sus grandes aportes podemos demostrar que la física es una ciencia donde no está todo dicho y donde cada tanto surge un nuevo enunciado que puede movilizar toda una disciplina”, opinó.

Tannuré destacó el lado humano del gran físico teórico y opinó que “fue un norte para los chicos que alguien con tantos problemas de salud llegue a elaborar esas grandes teorías y a posicionarse a nivel global. Eso da fuerzas para luchar en la adversidad”, concluyó.

CIENTÍFICOS ARGENTINOS DESARROLLAN NANOESTRUCTURAS PARA PANTALLAS TRANSPARENTES, LEDS Y OTROS DISPOSITIVOS

El avance liderado por investigadores de Tucumán también abre caminos para el desarrollo de fotodetectores de UV que se utilizan para medir la capa de ozono y contaminantes ambientales o para la detección precoz de incendios.

(27/09/2017 – Agencia CyTA-Fundación Leloir)-. “Nanohilos” de óxido de zinc, 1.000 veces más delgados que un cabello y recubiertos por una fina capa transparente de óxido de magnesio, podrían tener múltiples aplicaciones en el ámbito doméstico y ambiental. Así lo indicó a la Agencia CyTA-Leloir el doctor David Comedi, director de NanoProject y miembro del Laboratorio de Física del Sólido del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (FACET) de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT).

Por ejemplo, podrían servir para el diseño de LEDs, detectores de radiación UV, celdas solares y circuitos fotónicos para pantallas transparentes, “como las que se han visto desde hace años en las películas de ciencia ficción”, resumió Comedi quien es investigador del CONICET.

Estos materiales serían más económicos, biocompatibles y seguros que los convencionales.

Tal como describe la revista “Nanotechnology”, Comedi y sus colegas demostraron que el mejor desempeño del material se logra cuando se recubre con una capa de óxido de magnesio de 17 nanómetros (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro). “Esto brinda mayor control, eficiencia y estabilidad a la luminiscencia o emisión de los fotones desde el interior de los nanohilos”, explicó el investigador de Tucumán.

A raíz de los alentadores resultados, los investigadores pretenden usar estas estructuras para fabricar un LED innovador con mayor eficiencia de iluminación: los nanohilos funcionarían como diminutas fibras ópticas que, además de generar luz UV, la canalizan hacia afuera del dispositivo. También, para desarrollar dispositivos tales como fotodetectores de UV (que se utilizan, por ejemplo, para medir la capa de ozono y contaminantes ambientales o para la detección precoz de incendios).

El avance formó parte de la tesis de doctorado de Nadia Vega dirigida por Comedi y la doctora Mónica Tirado, co-directora de NanoProject. También participaron Ezequiel Tosi y Gustavo Grinblat, del mismo grupo; Oscar Marín, de NanoProject y de la Universidad de Chile; Edgardo Mosquera, de la Universidad del Valle, en Colombia, y de la Universidad de Chile; y Sergio Moreno, del Centro Atómico Bariloche.

http://www.agenciacyta.org.ar/2017/09/cientificos-argentinos-desarrollan-nanoestructuras-para-pantallas-transparentes-leds-y-otros-dispositivos/

– “Llegando al Corazón de la Materia”, TEDx UNTucumán: Conferencia dictada en el evento TEDx UNTucumán “Con los pies en la tierra y la mirada en el cielo”, realizada en San Miguel de Tucumán, Disertante Mónica Tirado, Viernes 23 de Octubre de 2015.

– Entrevista al Dr. David Comedi, Dra. Mónica Tirado y Mgter. Ezequiel Tosi en el programa radial “Encaramados a hombros de gigantes”. Radio Universidad (UNT) 94.7, 16 de Abril de 2015. LINK

– Conferencia: “Desde átomos y neuronas hasta investigación forense y el origen del universo… La Fascinante vida de los Físicos”, Facultad de Ciencias Exactas, Universidad de Santiago del Estero, 16 de Marzo de 2015.

– Nota: “Nanohilos, desarrollo con sello tucumano y reconocimiento internacional”, En el Jardín de la Ciencia, La Gaceta, San Miguel de Tucumán, 04 de Noviembre de 2014.

– Nota: “El desarrollo nanotecnológico es una realidad en Tucumán”, En el Jardín de la Ciencia, La Gaceta, San Miguel de Tucumán, 04 de Noviembre de 2014.

– Charla: “La Fascinante vida de los Físicos”, 24ª Olimpíada Argentina de Física (OAF), Córdoba, 24 de Octubre de 2014.

– TV: Sidera Visus, Programa Televisivo Canal 10 Tucumán. Entrevista a integrantes del Grupo de Investigación NanoProject en el tema: “Investigadores buscan producir LEDS basados en óxido de zinc”, 10 de Junio de 2013. LINK

– LV7 Radio Tucumán. Entrevista a la Dra. Mónica Tirado en el tema: Hecho en Tucumán: investigadores buscan producir LEDS basados en óxido de zinc. 17 de Marzo de 2013. LINK

– Quién es Quién en Nanotecnología en Argentina, II EDICIÓN, Fundación Argentina de Nanotecnología. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Presidencia de la Nación. Octubre, 2012.

– TV: Sidera Visus, Programa Televisivo Canal 10 Tucumán: “El Auge de la Nanotecnología”, entrevista televisiva a integrantes del proyecto NANO, transmitida el 27 de Julio de 2012.

– Entrevista: “La Nanotecnología promete ser la nueva revolución tecnológica. Una investigación del grupo Nano Project fue distinguida por el prestigioso “Institute of Physics”. Producción local de nanohilos. La Gaceta, San Miguel de Tucumán, 28 de Junio de 2012.

– Charla de Laboratorio: “ZnO nanowire growth: source to substrate distance sets size and luminescence”, Nanotechweb.org, IOP, Londres, 20 de Junio de 2012.

– Entrevista: “El investigador argentino no tiene que envidiarle a nadie”, Boletín de ADIUNT Nº2, p.24, Octubre de 2011.

– Charla Invitada: “Especialistas debaten en Tucumán sobre los avances de la Óptica y la Fotofísica”, VII Taller de Óptica y Fotofísica y el II Encuentro de Estudiantes de Óptica y Fotofísica, ILAV-UNT/CONICET, San Miguel de Tucumán, 20 de Mayo de 2011.

– Artículo de Divulgación: “Nanotecnología y la Fotónica del Silicio”, publicación ¿Quién es quién en nanotecnología en Argentina?, Editado por la Fundación Argentina de Nanotecnología, Abril de 2011.

– Charla: “La Física y el Deporte”, Colegio Nacional Bartolomé Mitre, en Colaboración con el Dr. José Barraza, Organizado por SIDETEC para la VIII Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología, San Miguel de Tucumán, 11 de Junio de 2010.

– TV: Sidera Visus, entrevista televisiva a integrantes del NanoProject, transmitida por Canal 10 de Tucumán, 23 de Abril de 2010.

– Conferencia: “El rol de la ciencia y sus implicancias sociales”, I Jornadas de divulgación para investigadores en formación de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Conferencia a cargo del Dr. David Comedi (Físico Investigador Independiente CONICET-UNT) y el Dr. Astor Masseti (Sociólogo Investigador Asistente CONICET-UBA), 23 de Abril de 2010.

– Nota: “Destacan un aporte tucumano a la producción de Energías Limpias”, La Gaceta, San Miguel de Tucumán, 18 de Abril de 2010.

– Charla de Laboratorio: “Impedance Spectroscopy profiles GaAs nanowire core-shell p-n junctions”, Nanotechweb.org, IOP, Londres, 6 de Abril de 2010.

– Programa: “Los Científicos van a las Escuelas”, trabajo titulado “La Nanotecnología”, con niños de la Escuela Mitre, presentado en el I Congreso Provincial de la Enseñanza de las Ciencias: Aprendemos Ciencias en la Escuela, Hotel Catalinas Park, San Miguel de Tucumán, del 19 al 21 de Noviembre de 2009.

– Nota: “Estudian nanohilos para detectar células canceríguenas”, La Gaceta, San Miguel de Tucumán, 24 de junio de 2009.

– Entrevista: “Todavía queda mucho espacio en el fondo”, con Paulo DiCarlo e Inés Gastaminza, 17 de Diciembre de 2008.

– Charla Invitada: “Nuevas Nanoestructuras de Semiconductores para aplicaciones en Nanotecnología”, Casa de Gobierno, Secretaría de Estado de Innovación y Desarrollo Tecnológico SIDETEC, 1era Jornada Científico-Empresarial: Nanotecnología, la revolución industrial del Siglo XXI, San Miguel de Tucumán, 03 de Diciembre de 2008.

– Entrevista: “Se puede enseñar Física jugando a la pelota”, La Gaceta, San Miguel de Tucumán, 14 de Septiembre de 2008.

– Muestra: “Por qué las matemáticas?”, Museo de la UNT, 14 al 27 de Marzo de 2008.

– Nota: “Nobel de Física – Repercuciones, Cuando la Nanotecnología logra un alto impacto social”, La Gaceta, San Miguel de Tucumán, 11 de Octubre de 2007.

– Nota: “El sentimiento de pertenencia al país crece cuando se está lejos”, La Gaceta, San Miguel de Tucumán, 08 de Abril de 2007.