Emprendimiento en América Latina

Los ingenieros Néstor Braidot y Héctor Kaschel, en el marco del emprendimiento ligado a la academia en Latinoamérica, presentaron el Programa Regional de Emprendimiento e Innovación en Ingeniería (PRECITYE) (Sitio web del Programa: http://www.ingemprendedores.org/), conformado por el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería(CONFEDI) de Argentina, la Asociación Brasilera de Enseñanza de la Ingeniería(ABENGE) de Brasil, el Consejo de Decanos de Facultades de Ingeniería (CONDEFI) de Chile, y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) de Uruguay. A continuación se expresan las reflexiones más sobresalientes:

En la región, la creación de empresas de alto rendimiento y la materialización de nuevas ideas suelen llevarse a cabo por egresados universitarios; sin embargo, estas contribuciones son prácticamente nulas por parte de las universidades en relación con la vocación y las competencias requeridas para la vida empresarial. Según esto, las instituciones en América Latina no estarían cumpliendo el papel de organizaciones incubadoras de emprendedores, caso opuesto al de universidades pertenecientes a países desarrollados que fortalecen cada vez más éste aspecto, llevando los paradigmas de la enseñanza hacia la formación de profesionales capaces de promover la creación de empresas y la innovación de sus procesos productivos.

La educación, como punto de partida de las iniciativas empresarial, debe inculcar no sólo las competencias emprendedoras, sino también la generación de una cultura colaborativa de aprendizaje y el desarrollo de capacidades de acción efectivas que consideren la incertidumbre económica propia de las nuevas empresas, de manera que se entreguen las herramientas suficientes a los estudiantes para que puedan convertirse en empresarios a partir de sus iniciativas como emprendedores, con la consigna de que ser emprendedor no significa ser empresario, pero sí todo empresario, debe ser emprendedor.

El objetivo principal del programa PRECITYE es promover y difundir la cultura emprendedora y de innovación entre los estudiantes de pregrado de las carreras de ingeniería de los países miembros, con el fin de desarrollar e implementar en forma colectiva y a escala piloto un conjunto de conocimientos, materiales e instrumentos didácticos y pedagógicos que faciliten la formación de ingenieros emprendedores e innovadores. Ligados a este, se derivan los siguientes objetivos específicos:

  • Generar una estrategia institucional y un plan de acción conjunto, a partir de las propuestas de cada facultad de ingeniería.
  • Desarrollar herramientas y lineamientos de aplicación regional, creados con estrategias de trabajo colaborativo, y con materiales e instrumentos didácticos para la promoción del emprendimiento, como videos educativos que muestren los casos exitosos, cuadernos de ejercicios (para el entrenamiento inductivo de competencias emprendedoras, cuya primera edición tendrá 40 ejercicios), estudio de casos (contextualización de características personales, habilidades técnicas y de gestión) y la publicación de manuales de buenas prácticas.
  • Formar un grupo de 300 docentes (con 200 horas de capacitación) que contribuyan a la difusión y posicionamiento de las metodologías de aplicación, materiales e instrumentos elaborados en el primer componente del proyecto.
  • Ejecutar un plan piloto de difusión de la cultura emprendedora entre los estudiantes, y documentar las lecciones aprendidas como base para definir su sostenibilidad y replicaciones futuras.
  • Fortalecer los servicios de atención y consultoría para emprendedores.
  • Incluir los contenidos de educación emprendedora e innovación en las asignaturas de pregrado.

En términos de innovación, la región se encuentra muy rezagada posicionalmente en el Ranking Global de Innovación del 2012: Chile (39), Brasil (59), Colombia (65), Uruguay (67), Argentina (70), Perú (75), México (79), Paraguay (84), Panamá (87), El Salvador (93), Ecuador (98), Guatemala (99), Nicaragua (105), Honduras (111), Bolivia (114) y Venezuela (118). Esto hace necesario estimular las capacidades científicas y tecnológicas e incrementar la habilidad de transformar estos avances en oportunidades de negocio orientadas a la competitividad y la generación de empleos, que amplíen los límites de las islas de excelencia tecnológica que se crean muchas veces en contextos de muy baja productividad empresarial. Por otra parte, la generación de nuevo conocimiento, cuantificable mediante el registro de patentes, se encuentra en niveles muy bajos en América Latina, lo cual se manifiesta en procesos de innovación poco competitivos.

Los alcances en innovación que se fijen como metas estarán determinados por el balance entre la oferta y demanda de recursos humanos calificados, y la inversión en investigación y desarrollo por parte de capitales públicos y privados para reducir la brecha de productividad existente, entre otros factores.

La innovación ocupa actualmente un lugar clave en los planes de desarrollo de los países, en los que ASIBEI puede intervenir con la coordinación y socialización de experiencias coyunturales con la generación de saberes, su manifestación en publicaciones, y la incorporación del emprendimiento en la formación de ingenieros en Iberoamérica.

Fuente: Boletín ASIBEI

 
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