Contribución del IEEE y el ITESM a la movilidad estudiantil y profesional en América Latina

El ingeniero Teófilo Ramos, Director de Relaciones Institucionales del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM, México), expuso en su intervención las contribuciones del Institute of Electrical and Electronics Engineers (IEEE) a la movilidad académica y la acreditación de programas de ingeniería en América Latina (Región 9 para el IEEE).

La IEEE ha participado en los procesos de acreditación en Estados Unidos desde 1932, como uno de los miembros fundadores de ABET, ya nivel internacional hace presencia con la realización de talleres en Europa, Asia y América Latina, donde expone sus experiencias con relación a sistemas de acreditación como ABET y CACEI. Además de los talleres, brinda apoyo a organismos de acreditación de distintos países como CACEI (México), ICACIT (Perú), CACET (países de habla inglesa del Caribe), CAST (China), y voluntarios en la región del Golfo Pérsico.

En la reunión de la Región 9 del IEEE celebrada en 2011 se aprobó la creación del Comité Asesor de Acreditación de la R9, cuya función es asesorar y apoyar los esfuerzos de mejora continua de los órganos de acreditación existentes. La participación de evaluadores externos, su entrenamiento a través de organismos acreditadores consolidados, la organización de eventos para el intercambio de ideas y prácticas, y la contribución con la creación de agencias de acreditación de programas de ingeniería en países que no cuenten estas, hacen parte de las actividades estipuladas para el Comité.

En el marco de la movilidad académica se destaca el aporte del proyecto IEEE-EAB, (desarrollado en el año 2011) cuyos objetivos fueron la unificación de la nomenclatura de programas académicos de computación en América Latina a partir de los contenidos de sus asignaturas, y el establecimiento (a través del consenso de los participantes) de las habilidades y conocimientos que deben tener los graduados de dichos programas. Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú, Uruguay, España, Inglaterra y Estados Unidos, se involucraron al proyecto con la participación de 20 representantes de distintas instituciones. Los resultados generales obtenidos fueron los siguientes:

  • Establecimiento de 6 categorías para la agrupación de las carreras relativas a la computación: Computer Science, Information Systems, Software Engineering, Computer Engineering, Information Technology, emerging disciplines and new hybrid programs.
  • Determinación de las competencias y habilidades comunes para cada categoría.
  • Desarrollo de metodologías de autoevaluación y categorización de los programas académicos en computación.
  • Versión final del documento (publicado en inglés, español y portugués) y lista de instituciones, organismos y oficinas gubernamentales, a donde será enviado.

Por otra parte, el Tecnológico de Monterrey (ITESM), una institución privada con más de 96000 estudiantes distribuidos en 31 campus y cerca de 8300 profesores, es una de las instituciones con mayor experiencia en temas de internacionalización y movilidad académica en América Latina. Cuenta con 39 carreras internacionales, convenios con 450 instituciones extranjeras de 40 países y 23 oficinas localizadas en otros países de América, Europa y Asia, que apoyadas en la virtualidad ofrecida por la plataforma web, amplían considerablemente el alcance de la formación universitaria del ITESM.

Durante el año 2011, al menos 7528 alumnos del ITESM estudiaron durante un semestre (5098) o verano (2430) en universidades extranjeras (de los cuales aproximadamente el 55.14% viajó a Norteamérica y el 29.29% a Europa), y a su vez recibieron a 4354 estudiantes (2386 temporales y 1968 permanentes) provenientes de otros países, principalmente de Centro y Sudamérica (38.77%) y de Europa (37.92%). Proyectos de investigación, programas de posgrado, y de doble titulación constituyen algunas actividades realizadas por los estudiantes durante el tiempo de movilidad.

En cuanto a los egresados, por lo menos el 27% cuenta con experiencia laboral en el extranjero, adquirida durante los 5 años posteriores a la graduación. Con respecto a la movilidad docente, 603 profesores del ITESM participaron en proyectos internacionales, cursos de verano, cursos especiales, seminarios y congresos en el extranjero; la cuota de profesores extranjeros que impartieron cursos en alguno de los campus del ITESM es de 544.

De las presentaciones y del intercambio que se tuvo entre los panelistas y los asistentes, se dan las siguientes conclusiones:

  • Las facultades de ingeniería y las asociaciones nacionales que las agrupan, deben definir las políticas de movilidad e intercambio, y sus condiciones de implementación y financiamiento, para estructurar propuestas dirigidas a los gobiernos de cada país y al Consejo de Ministros de MERCOSUR, de manera que se puedan fortalecer los programas de movilidad o incrementar los acuerdos institucionales en beneficio de los actores de la educación superior en ingeniería. Las necesidades de formación conocidas, los entornos socioeconómicos, la diferenciación del contexto de universidades públicas y privadas, y la medición del impacto académico generado, tienen que estar presentes en cualquier proyecto que se ejecute. Consecuentemente, compete a ASIBEI servir como medio facilitador de la movilidad académica a través de sus miembros.
  • Ante el proceso de la globalización, es muy importante que se dé la movilidad y el intercambio académico. Dada la importancia de este aspecto, los gobiernos de los países iberoamericanos deberán dar todas las facilidades a los académicos y estudiantes de ingeniería, para que esto se logre.
  • Los procesos de acreditación de los programas de ingeniería y a su vez el reconocimiento mutuo de los organismos acreditadores, son acciones que deben complementar a la movilidad.
  • La movilidad entre los países iberoamericanos deberá fortalecer el desarrollo del perfil del ingeniero iberoamericano.
  • La movilidad estudiantil debe darse con la mayoría de los estudiantes, como parte de su formación, actualmente lo está realizando una minoría, y de seguir así, no se logrará el impacto deseado en la formación del ingeniero. En tanto que así sea, en cada universidad se deberá asegurar que los estudiantes que tengan ese privilegio, transmitan sus experiencias a los demás.
  • La movilidad deberá ser en los dos sentidos, esto es, las universidades deben estar preparadas tanto para enviar a sus estudiantes, como para recibir estudiantes de otras universidades.
  • La movilidad estudiantil aún es incipiente en Iberoamérica, sin embargo, la docente es prácticamente nula y en investigación por lo general obedece a intereses muy específicos de los investigadores y no necesariamente a un proyecto de desarrollo institucional.

Fuente: Boletín ASIBEI

 
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