Estimados integrantes de la Comunidad de la Facultad, deseamos compartir con Uds. algunas reflexiones sobre este tiempo especial que nos toca vivir, que sin dudarlo está cambiando los paradigmas de la sociedad actual y poniendo a prueba nuestra entereza y capacidades.
Esta pandemia ha atacado a todo el mundo, sin distinción de regímenes políticos, sistemas económicos y credos. Hoy en países del primer mundo se debate qué hacer para combatir una pandemia cuyo tratamiento y cura es todavía motivo central de investigación de las instituciones más prestigiosas del mundo. En nuestro caso particular, nos ha puesto a prueba como ciudadanos y en particular como educadores del sistema universitario público de gestión estatal. El aislamiento al que debemos someternos ha causado que el sistema educativo tradicional, en modalidad presencial, haya dejado de cumplir momentáneamente el esencial rol para el que fue definido y diseñado. Lo mismo ha ocurrido con el resto de actividades académicas y administrativas que sostienen el sistema universitario nacional.
En este marco debemos transitar ahora este período hasta que comencemos a dar los primeros pasos hacia la ansiada normalización –cuidadosamente regulada- de nuestras naturales actividades. Así las cosas, la única vía posible de sostener la actividad educativa es mediante metodología virtual, utilizando herramientas TICs. Este nuevo paradigma nos confronta con desafíos que, en no pocos casos, exceden saberes y capacidades adquiridos para la enseñanza por métodos tradicionales. Hoy nos enfrentamos a un sin número de preguntas con respuestas que son abiertas, desde fechas previsibles de retornos a clases presenciales hasta cómo se implementarán soluciones para todos aquellos, docentes, estudiantes y no docentes, que no pudieron sostener –o sólo lo pudieron hacer parcialmente- sus actividades de manera virtual.
En lo personal, el aislamiento prolongado de lo cotidiano, de nuestro diario quehacer laboral y social, en gran medida, afectando también nuestros afectos familiares, ha causado en muchos una sensación de desasosiego que, comprensiblemente, altera la percepción de la realidad. Más aún, la incertidumbre para determinar el tiempo de regreso a las aulas, impone una lógica de pensamiento desacostumbrada que altera la capacidad de planificación imprescindible para la organización del desarrollo del proceso de Enseñanza/Aprendizaje.
Solucionar todos los dilemas que plantea esta hora es imposible, así debemos concentrarnos en poner lo mejor de nuestra experiencia, imaginación y creatividad para encontrar soluciones que no serán perfectas, pero indudablemente impactarán de manera positiva sobre un gran número de estudiantes y, por qué no reconocerlo, también de docentes que sienten la satisfacción de cumplir su rol de sostener el servicio educativo y dar contención social.
Por último, es importante resaltar el elevado compromiso de toda la comunidad; docentes, sistemas informáticos, personal no docente y servicios de protección, para mantener funcionando a nuestra Facultad en este período que nos está exigiendo un esfuerzo que, solamente se puede sostener en personas con un alto grado de responsabilidad profesional y social.
Afectuosos saludos
Miguel A. Cabrera
Decano FACET