Desde 2009 la Fundación Botín, de España, desarrolla su Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina, una iniciativa que nuclea jóvenes de todo el continente en jornadas de debate y formación, para impulsar el desarrollo de la región por medio de una red de servidores públicos.
Ante la apertura de una nueva convocatoria para participar en el programa, desde el Área de Comunicación de la FACET dialogamos con Guadalupe Murga, estudiante avanzada de Ingeniería Biomédica de esta unidad académica y becaria de la Fundación Botín en el año 2019.
Un día antes de su cumpleaños número 23, Guadalupe Murga se despertó sorprendida con un mail del director del Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina, de la Fundación Botín: “mi más sentido enhorabuena” le dijo en su estilo muy español y para creerlo tuvo que leer el mensaje unas diez veces y sólo después, cuando le empezaron a llegar felicitaciones de otros ex becarios tucumanos (junto con retos por no haberles contado que participaba) cayó en la cuenta, festejó y viajó. La Beca, que la llevó por una serie de países durante casi dos meses, por los pasillos de museos, organizaciones internacionales, caminos de tierra, mesas con mandatarios, clases, charlas en la madrugada, y muchas cosas más, recién estaba por empezar.
Durante los últimos dos años, al haber terminado de cursar, Guadalupe decidió darle tiempo y prioridad a esas experiencias extraordinarias que están abiertas para todo estudiante: se inscribió a becas y trabajó. Con materias pendientes por rendir y una tesis a la lejanía fue becaria del Instituto Balseiro de Bariloche, de la Fundación YPF, viajó a Nuevo México en Estados Unidos con la Beca Fulbright para investigar en el hospital de esa ciudad, trabajó también en el Sanatorio 9 de Julio de Tucumán y fue parte de LUPE, en Arizona, de un programa de formación sobre minería y energía renovable. Este último coincidió con los 15 días que había pedido de vacaciones en el Sanatorio 9 de Julio donde trabajaba full-time. Quince días que se extendieron a varios meses cuando, un día antes de su cumpleaños, recibió el mensaje de la Fundación Botín.
El Programa inició en Washington. Fue el punto de encuentro de los becarios de toda Latinoamérica y donde se desarrollaron las primeras actividades: en la Universidad de Georgetown, visitas a la OEA, al Banco Interamericano del Desarrollo, museos e instituciones importantes. Después de esos pocos días, cuatro aproximadamente, viajaron a España, el lugar central de la experiencia. El viaje continuó por diferentes ciudades como Madrid, Santander, Salamanca, Santiago de Compostela y Orense.
Guadalupe Murga, junto a los demás becarios de Latinoamérica en Washington
El eje en torno al cual se construye el programa está centrado en los 4 pilares que la Fundación Botín propone como virtudes clave que debe tener un “Servidor Público”: integridad, proactividad, vocación de servicio e innovación, trabajados a lo largo del programa con diferentes charlas, visitas institucionales, clases, sesiones de coaching entre muchas otras actividades que te desafían y ponen a prueba constantemente.
“Cada charla, curso o taller es llevada a cabo por profesionales de altísimo nivel, que trabajan con pasión y la transmiten con sus palabras. Tuvimos la oportunidad de sentarnos a la mesa con el Secretario General de la OEA, escuchar en primera persona los planes del Presidente de Colombia, o la opinión de la situación latinoamericana de un Ex Presidente de España”, comentó Guadalupe.
Guadalupe en la Fundación Botín, durante su recorrido por España
En ese país tuvieron muchas actividades “outdoor”, de voluntariado y ayuda social así como visitas culturales y capacitaciones, viajes y caminatas con consignas de introspección. En zonas rurales hicieron actividades sociales como limpiar canales, caminos o pintar escuelas, divididos en equipo, con una orientación dada desde el coaching. En Santander, donde está el Centro Botín de la Fundación, llevaron a cabo actividades vinculadas al arte y la educación. Muchas cosas en poco tiempo, que hacen que algunos detalles se pierdan, relata Guadalupe. Es que, el carácter intenso de la experiencia, la forma de vivirla, es algo que se presenta en muchas de sus etapas, según lo describe:
“El proceso de selección de Botín fue el más complejo y completo en el que haya participado. Todos los años cambia. Proponen retos, actividades muy interesantes e incluso piden que realices un video con alguna temática específica. La verdad es que Botín comienza a vivirse desde el momento de la aplicación, desde ahí comienzas a entender la intensidad con que se vive el programa.”
Esa intensidad también se refleja en el día a día, la convivencia con los demás becarios y la forja de un lazo fraternal, casi incondicional, -habiendo compartido menos de dos meses, puedo contarles que fueron tan intensos, tan llenos de risas, llantos, charlas, debates, alegrías, enojos y abrazos, que es como si nos conociéramos de toda la vida- comenta.
Antes de volver, como era la décima edición del programa, quedaron a cargo de la organización de un encuentro con todos los becarios de las ediciones anteriores. Otra vez a los aeropuertos y esta vez a Cartagena de Indias, Colombia.
“Botín es una experiencia transformadora. Te da experiencias, conocimientos y herramientas extraordinarias, y te regala una familia de la que formas parte para siempre y con la que te comprometes a cambiar el mundo.
A los estudiantes que deseen aplicar al programa les recomiendo que sean 100% auténticos, que transmitan en cada línea del formulario su pasión y sus intereses. A pesar de que el camino es largo y cansador, les puedo asegurar que el premio vale cada minuto invertido”, expresó Guadalupe.
Guadalupe con su diploma, tras haber superado los estudios correspondientes a la X Edición del Programa
¡Guadalupe es Orgullo FACET!
Podés postularte en la edición 2021 hasta el 14 de Mayo.
Para más información, comunicate con la Fundación Botín a través de su correo electrónico: programaspbotin@fundacionbotin.org