La atmósfera es el medio en el que se emiten los contaminantes atmosféricos, y el destino de ellos depende de los diversos procesos que sufren en diferentes etapas de transporte, dispersión, transformación y remoción en la atmósfera. El estudio de cómo estos procesos atmosféricos afectan el destino de dichos contaminantes, se denomina Meteorología de la Contaminación del Aire y su conocimiento resulta de suma utilidad para la toma de decisiones relativas a la gestión de la calidad del aire. En tal sentido, los gestores pueden emplear estos conocimientos para detectar zonas de altas concentraciones, y en función de ello diseñar redes de monitoreo. Asimismo, diseñar protocolos orientados al cumplimiento de los estándares de calidad del aire en exteriores y/o predecir el impacto ambiental de una nueva fuente de emisión o modificaciones de fuentes existentes. Cuando se desarrollan condiciones meteorológicas que no conducen a la dispersión de las sustancias contaminantes, los organismos gubernamentales encargados de controlar la contaminación del aire deben actuar rápidamente para asegurar que los contaminantes no se con centren en niveles inaceptables en el aire que respiramos. Cuando estos niveles son excesivamente altos, se produce un evento de contaminación del aire y se deben reducir las emisiones en la atmósfera.
Disertante: María Laura Molina, Lic. en Física – Mg. en Estadística Aplicada
Lugar: Sala de Audiovisuales, Block 3, 1er Piso, FACET