Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería

Hoy,23 de junio, se celebra el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería, creado por la Women's Engineering Society (WES) en el Reino Unido en el año 2014, con el objetivo de visibilizar a las mujeres en esta profesión. Desde la FACET creemos que es importante tomar este día como una jornada de reflexión que invite a impulsar a que cada vez más mujeres puedan sumarse a interiorizarse acerca de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática (CTIM).

En esta opotunidad, nos gustaria recordar a la primera mujer que recibió el título de ingeniera industrial de nuestro país, egresada de la Universidad Nacional de Tucumán. Se trata de Carlota Barber de Salmoiraghi, quién se graduó el 14 de agosto de 1928 en la Facultad de Ciencias Exactas y fue pionera en la disciplina.

Aprendió de grandes personalidades de nuestra Universidad y de la provincia, como el ingeniero José Graciano Sortheix, quién fue rector de la UNT y gobernador de Tucumán; del Ingeniero William Cross, fundador de la Estación Experimental; y del Dr. Miguel Lillo, entre otros. Previo a su ingreso a la Universidad, en el año 1918, se habían iniciado los movimientos estudiantiles promoviendo la “reforma universitaria”. La década en la que transitó como estudiante estuvo convulsionada con estos movimientos de los que ella participó y fue testigo de momentos claves de la UNT, como su nacionalización.


Fue profesora de matemáticas en la Escuela de Comercio de Tucumán, en la Escuela Industrial Ingeniero Huergo en Buenos Aires y en la Escuela Industrial de Chivilcoy. Ser profesional en esa época, con una carrera no usual para mujeres, no era muy auspicioso. Sin embargó Carlota Barber trabajó en diversos proyectos y obras en nuestra provincia, realizó muchos trabajos de mensuras, proyectó y construyó casas, canales de riego, fue contratada en el exterior para implementar sistemas de Control de Calidad en diversas empresas. También desarrolló en el exterior diseño de carreras cortas en Metalurgia y colaboró en obras con su esposo, José C. Salmoiraghi, quién fue su compañero de estudios en la UNT. Fue fundadora e integrante de la Comisión Directiva del Centro de Ingenieros de Tucumán.

La ingeniera Barber de Salmoiraghi fue una adelantada en el tiempo, la primera semilla que se sembró en los años 20 del siglo pasado y que germinó y dio sus frutos en lo que es actualmente la participación de las mujeres en las Ciencias Exactas. Falleció el 10 de diciembre de 1992.

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