El martes 17 de diciembre en la FACET, se procedió a plantar un retoño del “Manzano de Newton” frente al local de monitoreo de nuestra facultad.
Es muy conocida la anécdota de que Isaac Newton (1643-1727) se inspiró en la caída de una manzana para llegar a formular en el siglo XVII la Ley de Gravitación Universal. El hoy célebre manzano estaba situado en el jardín de la finca Woolsthorpe Manor, propiedad de la madre del científico.
En 1980 en el Campus del Instituto Balseiro, en el Centro Atómico Bariloche se implantó un retoño auténtico del Manzano de Newton, proveniente del Centro de Investigación East Malling Research Station del condado de Kent, Reino Unido.
Se trata de un ejemplar de Malus Domestica variedad “Flower of Kent”, que produce manzanas de tamaño grande, con una piel verde-rojiza. Un “retoño”, que es en realidad un clon, fue solicitado por FACET en 2022, al Instituto Balseiro, y reproducido por la Universidad Nacional de Cuyo.
Cabe la pregunta: ¿por qué tanto afán en preservar, clonar, transportar y trasplantar retoños o clones de un manzano, cuando a fin de cuentas es un árbol muy común en varias provincias argentinas? La respuesta está en algo que se dijo al principio: este manzano es un símbolo. Las personas adoptamos símbolos para representar ideales, para darle forma material y palpable a las fuerzas interiores que nos guían en nuestras vidas. Así adoptamos las banderas y los himnos, y les damos muy especial estatus a algunas flores y animales. Desde los albores de la humanidad, las personas han dejado sus símbolos en todos los lugares donde habitaron.
Este retoño lleva en sí un doble simbolismo: por un lado, es un puente, un nexo simbólico que a través del espacio y del tiempo conecta nuestra Facultad con la persona de Isaac Newton, un sabio que transformó para siempre la historia de la Ciencia y contribuyó a fundar la era de la razón. Por otro lado, como árbol, es un símbolo de la misión de la Universidad: nutriéndose de la tierra en la que se arraiga, de la identidad de su suelo, y buscando la luz de la razón, elabora y entrega generosamente los frutos del saber.
Con presencia de la comunidad universitaria se concretó el simpático acto, que reafirma el compromiso de FACET con la excelencia académica y la difusión del conocimiento.
Esperamos que este árbol siga creciendo y floreciendo durante muchos años, en el “Rincón de Newton”, inspirando a futuras generaciones de estudiantes, profesionales, científicos e investigadores.